Ayer mi papá cumplió 4 años de que partió de este bello mundo, pero seguramente está en otro lugar más chilo. Mi hermana Armida, para celebrar su aniversario, organizó una ceremonia bien bonita (parecida a la que les había platicado en otro artículo), asistimos mi familia y algunos parientes muy cercanos.
Fue una noche muy especial, en la cual siento que mi jefe terminó de enviar otro mensaje, se los quiero platicar.
Con toda la confianza, les cuento que desde que falleció, me llamaba mucho la atención que no lo lloré tanto y hasta a veces sentía que no lo extrañaba lo suficiente, me llegaban un poco de pensamientos de culpa por sentirme así a pesar que soy bien sentimental.
Pero bueno…ayer en la ceremonía entre tanta nostalgia, paz, anécdotas y energía amorosa, una de las dinámicas era escribirle en una hoja como estabamos hoy en día, actualizarlo de nuestra vida o lo que quisiéramos (chismesito pues jeje). Me di cuenta que hablaba con mucha confianza y alegría del presente, le platicaba de buenos amigos, de mi trabajo y de nuevas personas especiales que me gustaría que conociera.
Al hacerlo, caí en cuenta del motivo por el cual no lo extrañaba tanto, fue porque hizo un trabajo muy fino en su vida; entregó todo, amó, disfrutó y dejó sembrado en todos los que lo conocimos esa paz y confianza que generaba su presencia.
Las cosas más relevantes de la vida las dejó más que listas.
Para que lo conozcan un poco, les comparto estas palabras que escribí hace 4 años para leerlas al final de la misa que celebramos de despedida. El nunca quiso funeral.
"Estas son unas breves palabras inspiradas en el camino de mi jefe, pero sobre todo una interpretación de lo que todos ustedes sintieron por él.
Dos grandes amigos músicos que tengo en distintas ocasiones dijeron una frase que me hizo entender muchas cosas. “El silencio, es la nota musical más importante porque es lo que realmente da el sentido a las melodías.” Mi papá es una persona silenciosa, bondadosa y noble.
El no necesitaba hablar mucho porque tenía otras formas más eficientes de comunicarse que eran su simple presencia y energía.
La honestidad fue el discurso que dió toda su vida sin necesidad de estarlo diciendo.
Fue leal en el amor, en el trabajo; gran hijo, abuelo, hermano, amigo y esposo.
Nos heredó en vida una gran fortuna que fue su ejemplo.
Al andar por mi vida, cuando conozco gente y digo que soy su hijo, genera sonrisas bien agradables, me abre puertas de negocios y a veces me ponen la etiqueta de "un gran hombre",que es algo que aún no logro pero estoy en la lucha constante por obtenerlo gracias a él.
Fue un papá bien chilo: divertido, creativo y muy justo.
Un fiel creyente del amor incondicional y de la entrega, a mi mamá hasta el día de hoy se lo sigue demostrando.
Gracias a todos por estar aquí, esta es una celebración a la vida y a la felicidad.
Sientanse orgullosos de haber cotorreado con el.
Y pues hoy es un buen día para recordar una frase con la que yo enfado mucho... venimos a pasarla bien, mi papá siempre sonreía cuando se lo decía."
Decidí compartir esto para que nos sirva de inspiración, para hacer un buen trabajo en nuestras vidas, no se trata de hacerlo perfecto, es simplemente entender la relevancia de nuestra existencia y amar la vida cada quien en sus formas buscando el bien.
Saber que cuando no estemos físicamente en este planeta podemos seguir inspirando, provocando alegría, enseñanzas y anhelos que construyen un presente y futuro mágico creando una cadena virtuosa de descendencia.
¡Salud por la vida!
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