Dolorcito
Les platico una historia cortita que escuché hace tiempo por ahí…
Unos morros que viven a 2 cuadras de la playa deciden un día por la mañana irse a pasar el día a la orilla del mar, entusiasmados por la aventura dos de ellos se ponen chanclas y el otro, el más emocionado, decide irse descalzo para no perder tiempo.
Salen sonrientes a paso acelerado hacia su destino, eran las 12 del día y estaba haciendo un solazo. Los que traían chanclas van a toda madre caminando y el que andaba sin chanclas va más rápido porque se le empiezan a quemar los pies, en eso al no aguantar lo caliente del pavimento se para en el desespere, al frenar se empieza a quemar más…empieza a brincar y rápidamente piensa en regresarse o seguir en el trayecto, después de 5 segundos decide si irse a la playita, el caso es que se arranca corriendo en friega y llega más rápido que todos.
Al llegar no para hasta meterse a la orilla del mar con el agua hasta las rodillas y sonríe sintiendo el alivio del agua fresca en sus pies.
Pues bueno, esa es la historia y les comparto mis conclusiones:
- El dolor nos empuja a movernos, el movimiento es energía. Hay que vivirlo, sentirlo y pelar gallo (irse).
- El dolor apresura procesos, en la vida siempre hay momentos difíciles, si tenemos uno que otro muy probablemente estemos más cerca de llenar nuestra cuota de dolor y salir librados jeje.
- El dolor nos hace revalorar las cosas que normalmente no valoramos porque las vemos como neutrales.
Espero estén de acuerdo conmigo y si no pues también jaj
¡Ánimo!
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