Listón amarillo.

“Derrepente me encuentro eufórico y sentimental, con unas tijeras en la mano apunto de cortar un liston amarillo (uno de mis colores favoritos), rodeado de gente que quiero y admiro. Uno de los días más especiales que me ha regalado la vida…”

El viernes pasado inauguré nuestra segunda tienda física en Guadalajara. Fue un proceso largo de casi 8 meses, lo que realmente debió haber durado máximo un par.

El proceso la neta fue difícil por temas personales, anduve metido en un proceso legal de una hipoteca de casa de mi madre y algunas cosas inesperadas que salieron después de la partida de mi padre. Varias veces vine a Guadalajara con la intención de acelerar el proceso y abrir la tienda pero me salían pendientes con abogados y cosas legales que me obligaban a regresar a Culiacán.

El estrés me invadía constantemente y mi energía y humor se empezaron a afectar, principalmente por el desespero de no conocer nada del mundo de los juzgados, legal, financiero y mucha impotencia por la falta de tiempo para poder abrir la nueva tienda. Estaba haciendo algo que no me gustaba ni entendía ni sabía como resolverlo.

A fin de cuentas, consultando con amigos, tíos y rebotando con distintos abogados, fui encontrando el mapa para este laberinto y el problema en base a un friego de horas y esfuerzo se resolvió a mi favor milagrosamente.

Al concluir este episodio y ya con el tiempo y energía dedicada 100% a mis actividades normales todo comenzó a fluir, pero sucedió algo peculiarmente interesante. Después de haber resuelto esta bronca y ya no tenerla, empeze a “extrañarla” de una forma bien rara, como que el haber dedicado tanto tiempo a algo aunque fuera negativo para mi, también generó un sentimiento de pertenencia y se me hacia raro despertar sin esa carga, sentía que algo me hacía falta jaj.

Con el paso de los días me di cuenta que también de los problemas es fácil enamorarse, porque es una forma cómoda de justificar el uso de nuestro tiempo o tener creencias falsas del motivo por el cuál no estamos haciendo lo que realmente queremos.

Pero bueno…lección aprendida, y por más que extrañe la bronca no quiero que ni se me acerque jaja.

Regresando al liston amarillo del inicio, todos estos problemas me hicieron valorar muchisimo más la apertura, me desbordaba de placer y felicidad, sobretodo porque gracias a la vida, este proyecto une a seres humanos muy especiales, se sentía una energía familiar y amorosa en todos los presentes.

Después de un par de horas conviviendo, tomando mezcal y disfrutando, decido iniciar el corte del listón, pero previamente me nace decir unas palabras a todos los presentes, el resumen de las palabras que dije fue: “Estamos celebrando la vida, este realmente no es un negocio tradicional, es un negocio de energías, de amor y de aprender a disfrutar la vida, y la verdadera utilidad es la cosecha de amistades que se que durarán para siempre.”

En el momento en que se cortó el listón, se aplaudió y esta bella reunión, se convirtió en una celebración. Ese acto de un simple listón exponenció la felicidad de todos.

Al modo mio, me puse a investigar el origen del corte de listón, y ahí les va:

El origen proviene de ceremonias de unión de parejas, mientras que las cintas enlazadas pueden simbolizar la unión entre el novio y la novia, el corte de cinta que cortan ellos mismos significa un nuevo comienzo. Del mismo modo en que una pareja comienza una nueva vida unida, ese corte significa que ese lazo no es para estar juntos todo el tiempo, cada quien debe seguir llevando su vida y tener cierta libertad para poder nutrir la relación y lograr la realización personal. La entrega absoluta, estar “amarrados” o dejar de ser tú por el otro, no lleva a la felicidad genuina.

En mi caso, este corte de listón celebra mi unión con esta tienda pero a la vez me da la libertad de seguir creciendo, abriendo más tiendas o poder hacer más cosas que logren hacer la vida un poquito mejor.

Les mando un fuerte abrazo, gracias a todos por creer en este proyecto que es suyo. Ya estamos en Guadalajara, son más que bienvenidos.

¡Ánimo!

Chiner

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